Laboratorio de Lingüística Informática
<H1=varón, presidente del Gobierno
español y del Partido Socialista Obrero Español, c.45 años>
<H2=varón, locutor de televisión,
edad desconocida>
<H3=varón, diputado, presidente de
Izquierda Unida, c.44 años>
<H4=varón, presidente de la cámara,
c.48 años>
<H5=varón, diputado, presidente del
Partido Andalucista, c. 40 años>
<H6=varón, diputado, portavoz de Unión
Valenciana, c.46 años>
<H7=varón, diputado, portavoz de Eusko
Alkartasuna, c.43 años>
<H8=varón, diputado, presidente del
Partido Popular, c.44 años>
<términos=guerra, Golfo Pérsico, ataque, petróleo, liberación, invasión, representatividad, democracia, protesta, interés económico>
<texto>
<H1>...Y mientras tanto seguiría haciendo
sufrir a su pueblo. Se dice que la guerra es horrible, y es verdad, señorías.
Pero todos los que estamos en esta cámara y muchos más ciudadanos,
quizá no los suficientes, deben saber que la guerra, horrible, ha
sido la que ha libra<(d)>o Sadam Hussein durante 8 años,
con la responsabilidad de más de un millón de muertes, de
más de un millón de muertes por haber desata<(d)>o
el conflicto. Y ahora, la que ha libra<(d)>o desde el 2 de agosto
invadiendo a un pequeño país indefenso. Yo no califico cuál
es el sistema de esos países. No los califico. Indefenso. Ocupándolo
en 48 horas, y aplastándolo. Y esa es el comportamiento y la actitud.
Y lo que quiero decir, y lo quiero decir en nombre de la dignidad de la
España democrática, que no se puede comparar la... situación
de la opinión pública en relación con los representantes
legítimos de nuestro país, con la situación de la
opinión pública en determinados países que dicen que
tampoco son representadas por sus gobiernos, cuando se trata de países
que no tienen democracia, como se ha dicho desde esta tribuna y equiparándolo
respecto de algunos países árabes. Repito, no quiero entrar
en esa... discusión sobre la legitimidad o no, desde el punto de
vista democrático de estos gobiernos. Lo que no puedo es admitir
que se nos compare como país, en cuanto a representar o no legítimamente
a la opinión pública y a la soberanía de nuestro país,
con esos otros países. Con los que no respetan esa voluntad popular,
o no la contrastan públicamente a través de procesos electorales.
Tampoco en eso se deben confundir los ciudadanos. La verdad es, que cuando
pase esta época, cuando se plantee la pos<(t)>crisis, cuando
realmente sigamos manteniendo la posición de una respuesta amplísimamente
respaldada en esta cámara y por la comunidad internacional, de una
conferencia para la paz en el Medio Oriente y de estabilidad para la región,
cuando se tenga per<(s)>pectiva de este momento en el que estamos
hablando, y de estos días, ocurrirá como ha ocurrido otras
veces en la Historia. Se sabrá dónde estuvo cada cual, y
por consiguiente, nuestros conciudadanos podrán juzgar, y podrán
juzgar con la per<(s)>pectiva de qué responsabilidad debe
asumir cada cual. Gracias.
<H2> Ya han escuchado ustedes al presidente
del Gobierno, que como suele hacer en su segunda intervención, ha
sido mucho más contundente, y ha hecho gala de su oratoria parlamentaria.
"No hay que confundir a los ciudadanos", "el parlamento representa la soberanía
popular", y no se puede hacer el juego de que la calle se divorcia de lo
que decide y vota este parlamento. "La guerra no comenzó el 16 de
enero, sino el 2 de agosto, y una vida sin dignidad no merece la pena ser
vivida". Y no se puede equiparar tampoco a Sadam Hussein con la coalición
de países, la coalición internacional, en cuanto a su planteamiento.
Ha pedido... el derecho de réplica, cuando son las 3 de la tarde
menos 11 minutos, don Julio Anguita, que evidentemente, era el... al que
iba dirigida la mayor parte de la batería dialéctica del
señor presidente del Gobierno. Así pues, escuchamos la respuesta
del señor Anguita.
<H3> Señor presidente... señorías...
Yo no sé cuántos años... tiene este hemiciclo, pero
por los ligeros conocimientos de historia que tengo, estoy seguro que ha
oído encendidas expresiones patrióticas por parte de presidentes
de Gobierno, que han apelado a las palabras más sublimes para defender
posturas políticas, erigiéndose en defensores del derecho
de la dignidad patriótica y de la patria. Eso tiene un antecedente
en nuestra Historia. Mandar los soldados a Cuba <murmullos> después,
burlarse de ellos cuando regresan vencidos; hablar de la patria, y a continuación
de hablar de la patria, entregarse a políticas concretas que en
los eh... terrenos de lo económico y de lo social no tenían
nada que ver con la patria; la historia de este hemiciclo está llena
de intervenciones de presidente de Gobierno airados, que además,
tergiversan las intervenciones habidas en esta tribuna. La intervención
que yo he tenido ha sido serena <murmullos>, equilibrada, sin descomposición
del gesto <murmullos>. Y además, en este segundo caso, con
coro incluido, señor presidente, qué más se puede
pedir. Ha habido vehemencia. Pero cuando la vehemencia lleva arrastrando
las palabras, las palabras bran<sic> por detrás de los pensamientos.
Veámoslo. La primera, yo no he dicho que España se ponga
a la altura de los sistemas políticos denunciados. He dicho que
la fuerza multinacional en el momento en que desata una operación
militar de consecuencias más graves que la invasión de Irak
a Kuwait, se está colocando a la altura de Sadam Hussein. No he
mencionado ningún país <murmullos>, no se tergiverse,
nadie puede tergiversar mis expresiones, y menos que nadie, quien tiene
que dar ejemplo de ajustarse correctamente a los planteamientos de un adversario
político. La responsabilidad de presidente de Gobierno va más
allá que la intervención. Va también en un juego limpio
en las intervenciones. Y la segunda cuestión: Es un truco muy fácil
la satanización de un adversario <murmullos>. Voy a refrescar
la memoria a sus señorías. Dije en la intervención
del 11 de setiembre, en nombre de lo que representaba en este parlamento,
que éramos la fuerza política que antes de la invasión
ya había condenado a Sadam Hussein, antes que muchos de sus señorías.
Muchísimo antes. Y roto relaciones diplomáticas <risas>
Antes que muchos de sus señorías. Sí. Sí. Sí.
<murmullos> Señorías, el término diplomático
hace referencia a un sustantivo y también a un adjetivo, y en la
medida en que las fuerzas políticas mantienen relaciones unas con
otras, son relaciones diplomáticas <murmullos>, <risas>.
Por tanto, esta fuerza política que yo represento actuó con
respecto al régimen de Sadam Hussein mucho antes que muchos de sus
señorías. Ahora bien, las palabras del señor presidente
del Gobierno en esta tribuna podíamos trasladarlas a otro hemiciclo.
Y allí, en otro hemiciclo cualquiera, con el mismo verbo encendido,
con la misma pasión, con las palabras por delante de las ideas cualquier
otro <(o)><(r)>ador, estará presentando a la fuerza
multinacional como la defensora del imperialismo, e<(t)>cétera,
e<(t)>cétera. Estoy en el campo de la subjetividad. Y la
propuesta que yo acabo de hacer aquí, y e hice antes en mi intervención,
que había que evadirse de la lógica de las subjetividades.
Y aquí se podrá hablar mucho del derecho violado; pero allí,
los pueblos, lo que realmente importa, los pueblos, están rencimbiendo<sic>
también un mensaje satanizando a occidente. En el mismo discurso,
cambiando los contenidos, con la misma pasión que ha intervenido
el señor presidente del Gobierno. Y por tanto, mientras discursos
como este tengan un reflejo en la otra parte, están presos de la
lógica de la guerra; están inflamados por la subjetividad.
Y nuestra propuesta, cuando la hemos hecho y hablamos de la paz, era escapar
de la subjetividad y centrarse en la concreción de la propuesta
objetiva. Mal camino son esas palabras. Mal camino de hacer la comparación
con Adolfo <extranjero>Hitler</extranjero>. Mal camino.
Porque, si seguimos así, en la otra parte va a seguir insistiendo,
y de ahí, a las guerras santas solamente hay un camino. El señor
presidente de Gobierno ha recordado... yo diría, ha recordado...
o ha insinuado de manera amenazante que este es el órgano donde
reside la soberanía nacional. Pues claro que lo sabemos. Y a este
órgano hay que dar cuenta de todo. Yo le pido sencillamente, al
señor presidente, que no olvide las palabras que acaba de pronunciar
aquí. A la hora de las comparecencias, y a la hora de plantear los
problemas. Recuérdelo usted. Los demás lo tenemos presente.
Nadie ha dudado de que éste es el órgano dónde reside
la soberanía nacional. Nadie lo duda. Pero tampoco dudamos que existe
una calle, y unos ciadudanos<sic> que, en democracia, tienen derecho
a manifestarse y a dar sus opiniones. Y no puede haber ninguna restricción,
ni tácita ni expresa, ni insinuar, de manera tendenciosa, que ese
derecho puede tergiversar o alterar el orden público. No se puede
decir, en este lugar, dónde está la soberanía nacional.
Pero, simplemente, lo que yo hice en mi primera intervención fue
recordar, y recordar no es tergiversar; es acudir a la memoria. Este país
nuestro se dividió una vez: el tema de la <siglas>OTAN</siglas>.
Ganaron unos. Y yo he dicho en esta tribuna que siguiendo manteniendo la
misma posición, perdimos aquella votación, pero hubo una
división, es un hecho constatable. Cuando el 14 de diciembre también
hubo una diferencia entre lo que ocurría en la calle, un
país paralizado, señorías!, y la actitu<(d)> que
mantuvo aquí la mayoría de esta cámara, <extranjero>touts
ensemble, touts ensemble</extranjero> <risas>. Diferenciada de
lo que ocurría en la calle. Y en esta situación concreta,
también <extranjero>touts ensemble</extranjero> <risas>.
En la calle se dice, y hay encuestas; o por lo menos, grupos de ciudadanos,
no pretendo siquiera que sean mayoritarios, grupos de ciudadanos que se
manifiestan; y aquí hay una opinión, mayoritaria, que no
se corresponde con lo que están diciendo esos ciudadanos. ¿Eso
es atentar contra la soberanía nacional? Eso es simplemente ejercer
y practicar las libertades que nos da la democracia. Ojo con los mensajes
subliminales de advertencia. Y, para terminar, aquí se ha dicho
que ha habido propuestas, yo no lo dudo. He conecido<sic> muchas.
Pero sé de una, la última, que venía de una gran potencia
europea, a la cual parece ser que nuestro Gobierno se adhirió, creo
creer que se adhirió, y fue vetada en el consejo de seguridad por
los Estados Unidos. A la hora de las propuestas que se han formulado, hay
también que hablar de las propuestas que han sido convenientemente
censuradas por quien hoy dirige la fuerza... multinacional, que es lo que
he pretendido en mi intervención, medir a los dos con la misma vara
de medir. Con la misma. A uno y a otro. En mi intervención n<(o)>
ha habido decantamiento, porque estaba aquí discutiéndose
el tema de la paz o el tema de la guerra. Y en cuanto a la actuación
española, conocemos los viajes del señor ministro, y indiscutiblemente
reconocemos que tiene un abundante y enorme kilométrico para los
aviones, pero me consta, nos consta, en el seno de nuestro grupo, la última
o quizá única gestión: se llama a los embajadores
árabes, creo que casi en el mismo día del conflicto, por
primera vez!, se les lee un comunicado, se les dice que sean buenos chicos
y que vayan, a Sadam Hussein, a convencerlo. Con eso nos justificamos.
Muchas Gracias.
<H4> Gracias, señor Anguita. <aplausos>
<ruido>
<H2> Ha sido... la intervención la
respuesta a la réplica del señor Anguita en este cuerpo a
cuerpo con el presidente del Gobierno en la última parte de esta
<vacilación> último tramo <simultáneo>
de esta primera parte de...
<H4> Por el grupo mixto tiene la palabra
</simultáneo> el señor Rojas Marcos.
<H2> ...del debate. Ha pedido la palabra
el señor Rojas Marcos, cuando están a punto de cumplirse
las tres de la tarde. Ya hemos escucha<(d)>o también la
argumentación del señor Anguita. El presidente va a explicar
el desarrollo de...
<H4> ... señorías... el grupo
que ha <vacilación> solicitado intervenir para réplica,
insisto, para réplica a la intervención del presidente del
Gobierno, el señor Rojas Marcos, el señor Azcárraga
y el señor González Lizondo. Tiene la palabra el señor
Rojas Marcos.
<H2> Bien, decíamos que han escuchado
ustedes la argumentación del señor Anguita, <simultáneo>
<ininteligible> subliminalmente a... al... a los ciudadanos.
<H5> Señor presidente, señoras
y señores diputados. </simultáneo>
<H2> Ahí está el señor
Rojas Marcos usando la palabra.
<H5> Vengo aquí como diputado de ésta
cámara... solamente para protestar... por la arenga que el presidente
del Gobierno, en un tono absolutamente inadmisible, por el cargo... <murmullos>
Señor presidente, ruego un respeto... para los diputados en el uso
de la palabra.
<H4> Silencio, señorías. Señor
Rojas Marcos, no dude que cuando la cámara le falte al respeto yo
le ampararé. Continúe.
<H5> No me había dado cuenta, señor
presidente. <murmullos> Esa energía que el presidente del
Gobierno ha mostrado aquí hoy en la cámara, en esa arenga,
tenía que haberla utilizado con los aliados de España, para
que sus puntos de vista hubieran sido tenidos en cuenta. El papel de España,
como el de Europa, como el de las Naciones Unidas en esta crisis, es para
lamentar. Y no para estar orgullosos de él. Es algo que hay que
revisar. Es algo que hay que corregir. Pero no podemos estar orgullosos
de él. España, Europa y las Naciones Unidas, desgraciadamente,
no han hecho más papel que el de acólitos de los Estados
Unidos. Y esa misma energía que ha mostrado aquí, a gritos,
el señor presidente del Gobierno, indebidamente, porque él
representa la soberanía nacional como cada uno de los diputados
de esta cámara, opinen lo que opinen; esa energía la tenía
que haber demostrado viniendo al congreso en su momento a comparecer y
a rendir cuenta. En segundo lugar: Me parece la intervención del
señor González demagógica, al hablar del vínculo,
del tan citado vínculo sobre la ocupación de Kuwait, y la
ocupación de los territorios por Israel. Me parece demagógica,
porque aquí ha venido a decir que... esta guerra será la
puerta de la solución de Palestina. Del problema de los palestinos.
Y que... no se podía resolver antes, se ha dicho por... por cauces
del gobierno en otras ocasiones también, porque sería atribuirle
al invasor de Sadam Hussein este triunfo político y diplomático.
Es que sea cual sea el resultado de la guerra, al final será inevitable
que se le achaque a Sadam Hussein, por las buenas o por las malas, los
partidarios y los contrarios, que sin ese movimiento a lo mejor no hubiera
sido resuelto el problema de Palestina. Y esa duda quedará siempre.
Porque ni España, ni Europa, ni las Naciones Unidas han sido capaces
de enfrentarse a la voluntad de Israel y de los Estados Unidos para no
resolver el problema de Palestina. ¿Qué garantías
tiene el señor presidente del Gobierno, para hablar aquí
de eso en esos términos? Se hubiera hecho antes. No hay ninguna
garantía de que se vaya a hacer en el futuro. Y para terminar: No
es legítimo, señor González, venir aquí a decir
algo así como que la mayoría del parlamento siempre tiene
detrás, en cada cosa, en cada momento, a la mayoría del pueblo.
Eso no es correcto. Eso es demagogia pura y barata, señor González.
Y lo lamento, lo lamento porque el presidente del Gobierno es el presidente
del Gobierno de España y por tanto también de los adversarios
del partido que hoy está en el gobierno.
<H4> Le ruego concluya, señor Rojas
Marcos.
<H5> Concluyo. Ni en el momento de la...
huelga general del 14 de diciembre, como se ha citado ya; ni en el momento
y a la hora de tratar el problema de la corrupción, ni en el momento
ahora de la guerra, en la que estamos, la mayoría de este parlamento
ha representado al pueblo de España. Ni ha estado con la mayoría
del pueblo de España. Y en todo caso <ruido>...
<H4> Silencio, señorías; silencio,
señorías.
<H5> Protesten, protesten. Protesten. Ha
iniciado, señor González, y con esto termino, un camino muy
peligroso: el camino de creer que siempre tiene razón. De ahí
a hablar solo, sólo hay un paso, señor González. Muchas
Gracias.
<H2> Como ven, el termómetro del debate
ha subido muchos grados. Las protestas de los bancos de la mayoría
son fuertes, y... va a hablar ahora el señor González Lizondo,
de Unión Valenciana, que también ha pedido la palabra. <ruido>
<H6> Señor Presidente del Gobierno:
que usted es un magnífico parlamentario, nadie lo pone en duda.
Aquí yo quiero, con el máximo respeto hacerle a usted ver
dos cosas: Primero, el que usted tenga tras suyo 175 diputa<(d)>os,
democráticamente elegidos, y que en mi grupo únicamente seamos
2, en Unión Valenciana, no le da derecho para ignorar a un grupo
parlamentario de esta cámara. En segundo lugar, el que usted se
haya acogido a la anécdota de unas palabras quizás a lo mejor
no bien expresadas cuando yo me he referido a lo que usted ha querido interpretar,
yo he hablado de vehículos, y he dicho concretamente carros de combate,
no son los <siglas>AMX</siglas>-30, pero yo le afirmo a
usted, y ahí tiene al ministro de... del ejército, de que
<murmullos> <risas> <ruido> Señor presidente,
le repito, el señor Serra le puede usted afirmar que vehículos
de transporte acorazados se están camuflando con pintura amarilla,
<murmullos> y que es cierto, y que es cierto que se están
dando placas de identificación de la tropa; y no lo dice este diputado
únicamente de esta tribuna, sino que se ha dicho en muchas prensas.
De acuerdo que no se estén pintando los <siglas>AMX</siglas>-30,
pero mire usted, señor presidente; el que usted haya entendido o
haya intenta<(d)>o el poner en ridículo a un diputado,
a mí no me importa. Asumir la responsabilidad a costa de la popularidad,
entiendo que es una obligación de un representante del pueblo, y
yo aquí he sido elegido. Se lo he dicho, y se lo repito: En estos
momentos y al margen de reprochar su actuación, considero un diber<sic>...
un deber estar al lado del gobierno, condenamos la invasión de Irak
a Kuwait, exigimos la retirada inmediata, y hacemos votos naturalmente
para la paz; pero no tiene nada que ver, señor presidente, para
que nosotros estemos en desacuerdo con que su actitud no ha sido lo respetuosa
que debía con la información en general del pueblo español,
y muy en particular, con los grupos minoritarios de esta cámara.
Muchas Gracias.
<H4> Gracias, señor González
Lizondo. Señor Azcárraga...
<H2> Bien, ha pedido también la palabra
el señor Azcárraga..., de... Eusko Alkartasuna, e integrante
del grupo mixto..., que va a tomar la palabra inmediatamente. <silencio>
Como ven, las anécdotas incluso verbales, están siendo jaleadas
por los diputados. A pesar de la seriedad de la sesión, pero también
hay golpes de humor <simultáneo> que se producen en toda dialéctica
parlamentaria.
<H7> Señor... <ruido>, y señorías
</simultáneo>... Señor presidente del Gobierno. De verdad
que lamento profundamente que usted se arrogue la dignidad de todo el estado
para defender sus posiciones en favor de la legitimidad de la guerra. Usted
no puede abrogarse esa legitimidad, cuando menos porque existen otras voluntades
en este país que son contrarias al uso de la fuerza a la hora de
solucionar este tipo de conflictos. Usted no puede ignorar, señor
presidente, que una conciencia en favor de la paz ha ido calando hondamente
en amplios colectivos sociales de este país. Y eso no se puede ignorar
aunque tenga la mayoría de este parlamento, que es una mayoría
democrática y que yo nunca la pondré en duda, ni muchísimo
menos, porque ante todo soy demócrata, tanto como usted. Los hombres
y mujeres, señor presidente, de este país, tampoco hay que
olvidar, han adquirido, muchas veces a costa de su propia sangre, la conciencia
de que la paz es el triunfo de la razón, y es el triunfo también
del derecho. Y usted, desgraciadamente, no ha respetado <ininteligible>
intervención esas posiciones que son tan legítimas, vuelvo
a repetir, cuando menos como la suya, que yo he dicho primera en mi primera
intervención, y me ratifico en ésta ahora también,
de que respeto profundamente, pero no la comparto en absoluto. Señor
presidente, termino, es muy arriesgado por su parte minusvalear<sic>
la opinión de los ciudadanos, que no tienen ninguna obligación
de opinar como usted. Ustedes minusvaloraron esa opinión en fechas
ya pasadas como la huelga <(d)>el 14 de diciembre, y así
les fue. Nada más y muchas gracias.
<H2> Bien, ha sido la breve intervención
del señor Azcárraga... vamos a ver el presidente qué
decidirá, ah, le ha pedido la palabra el líder del partido
mayoritario de la oposición, don José María Aznar.
<H8> Con toda brevedad. Ante algunas expresiones
y algunas dudas que s(e) han manifestado respecto a esta cámara
quiero decir que como presidente del Partido Popular, hoy más que
nunca me siento representante de los intereses de los ciudadanos españoles
y de sus voluntades. Y que como diputado electo en esta cámara,
en el ejercicio de mis funciones, hoy también siento que hoy más
que nunca esta cámara representa los intereses y la voluntad de
la nación española. Muchas gracias.
<H2> <ruido> ...como ven, también
una intervención contundente del señor Aznar <simultáneo>
en el sentido que lo había hecho el presidente del Gobierno. El
presidente también va a intervenir desde el escaño.
<H4> Gracias, señor Aznar. Señor
presidente del Gobierno... señor presidente. </simultáneo>
<H1> Con toda brevedad, porque realmente
la democracia no es sólo poder decir todo lo que se piensa, sino
decirlo con un límite de tiempo. Empecé mi intervención
apasionada en la tribuna diciendo que respetaba todas las opiniones. Después
he oído, cosa que... expresión que no creo haber utiliza<(d)>o,
he oído, entre otras cosas, llamar al presidente del Gobierno demagogo.
</texto>